Como cada año, este 8 de marzo de 2022, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA, salimos a las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades para reclamar nuestros derechos como mujeres y trabajadoras, porque queda mucho por hacer, porque hoy todavía tenemos que denunciar retrocesos en los derechos de las mujeres, por eso tenemos que seguir luchando.
Este año, desde el anterior 8M, la pandemia por COVID19 sigue azotando social y laboralmente con especial virulencia a toda la clase obrera, y sin duda mucho más a las mujeres, que, como siempre en los momentos mas dificiles, y en todas las crisis económicas somos las mas perjudicadas.
Porque la situación real de las mujeres se puede visualizar directamente incluso con unos pocos "datos oficiales ya que el paro nos afecta en un porcentaje (casi el 59%) mucho más elevado que a los hombres.
Soportamos también el mayor número de contratos a tiempo parcial, además para realizar los trabajos más precarizados y socialmente menos reconocidos, como cuidados en residencias de mayores, camareras de hotel, limpiadoras y servicio doméstico...
Las reducciones de jornada por cuidados son, en más de un 80%, de mujeres trabajadoras ya que nos encargamos, además, del trabajo domestico, del cuidado de menores, mayores personas dependientes... situación agravada por el tema del Covid 19.
Las familias monoparentales, que están, muy mayoritariamente formadas por mujeres con sus hijos e hijas, encabezan los datos de familias que están "bajo el umbral de la pobreza" es decir que ni siquiera tienen garantizados la subsistencia más básica, casa, comida, vestido educación.
Esta situación conlleva que la brecha salarial existente entre hombres y mujeres persista o aumente (según la referencia que tomemos) año tras año. Ahora mismo está en torno al 26%. Además, esta brecha salarial persistente durante nuestra vida laboral conlleva también una brecha, aun más importante, en las pensiones.
La mochila austriaca, que ahora quiere implantarse, por la que trabajadores y trabajadoras tendremos que aportar de nuestro salario un porcentaje, detrayéndolo de nuestro salario que se ha visto mermado por el aumento de más del 6% del IPC.
Luchamos por la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que regula el trabajo doméstico, un sector ocupado prácticamente por mujeres, muchas de ellas migrantes, que en muchas ocasiones sufren abusos de todo tipo sin una protección legal real. De hecho, hace muy poco la justicia europea considera que la escasa legislación sobre este tema en España es discriminatoria y que estas trabajadoras tienen derecho al paro, algo que no tienen reconocido aquí.
Por eso, porque no queremos salarios ni pensiones de miseria que nos obliguen a sufrir pobreza ahora y en la vejez, exigimos, terminar con esa brecha de genero, propiciando el acceso de las mujeres a trabajos dignos, estables y duraderos, reconociendo que el tiempo dedicado a las tareas domesticas, de cuidado de hijos y personas dependientes, o las tareas realizadas en el campo, sean reconocidas como trabajo.
A todo esto hay que añadir que, también durante este año 2022, las mujeres seguimos siendo víctimas de violencia de género, el año 2021 han sido asesinadas por violencia machista 43 mujeres, una cifra brutal que, además, deja a mas de 30 niños y niñas sin madre, y otros 6 asesinados por esa misma violencia.
Las violaciones y otros delitos contra la libertad sexual de las mujeres han aumentado en más de un 24% en este ultimo año.
Denunciamos que el colectivo de lesbianas, bisexuales, trans, siguen sufriendo ataques lesbitransfóbicos en las calles por parte de fascistas, ataques que habitualmente quedan sin castigo.
Queremos para nosotras y para nuestras hijas y nietas poder salir solas, cuándo, dónde y cómo queramos, sin tener miedo y sin peligros de ser violadas o asesinadas.
Por ello exigimos leyes que contemplen todas las formas de violencia contra las mujeres, y exigimos formación obligatoria en perspectiva de género/feminista para todos los estamentos y en todas y cada una de las administraciones,
Luchamos por una educación emancipadora para todas las personas, una educación en valores, donde la coeducación y la educación afectivo sexual forme personas para un mundo de iguales en derechos y de respeto, sin estereotipos de género, ni dogmas misóginos, una educación pública, laica y feminista, libre de conceptos hetero patriarcales, para que desde la infancia se formen personas en igualdad.
Aprovechamos este día para recordar a esas mujeres migrantes, que no puede conseguir sus papeles para poder tener un trabajo reconocido con derechos, y que siguen en la misma situación durante años.
Por eso denunciamos la Ley de Extranjería y exigimos el cierre inmediato de los CIES, porque ninguna persona es ilegal.
Este 8 de marzo también recordamos a las mujeres que en sus países sufren mutilación genital, a las mujeres que no pueden decidir sobre su cuerpo y que pierden la vida en abortos clandestinos o en partos sin cuidados médicos.
Los últimos días otra guerra ha comenzado y las mujeres sufrimos de forma especial en los conflictos armados: nuestros cuerpos son también objeto de terror, de tortura y violación.
En definitiva denunciamos la situación de todas las mujeres del mundo que sufren explotación, precariedad y ausencia de derechos, tortura y muerte.
¡¡VIVA EL 8 DE MARZO¡!
¡¡VIVA EL FEMINISMO DE CLASE Y COMBATIVO!!
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